El estilo minimalista o minimalismo es una tendencia y corriente artística que hace referencia a una máxima desde el aspecto del interiorismo, que no es otra que la de decorar con el menor número de elementos posible y básicos con el objetivo de ganar en funcionalidad, sobriedad y en espacio.
El movimiento surgió en Estados Unidos en la década de los 60. No obstante, su gran auge vendría posteriormente, en la década de los 70 cuando comienza a fusionarse con lo que se conoce como Pop Art para llegar a Europa de la mano de los principales artistas del momento.
La decoración minimalista nunca pasa de moda, porque el empleo tan solo de los elementos precisos y esenciales, en contraposición a los elementos barrocos, recargados, excesivos, es algo que funciona muy bien a la hora de solucionar y ordenar los espacios de las viviendas. Las casas y oficinas minimalistas apuestan por el menos es
más, para que cada espacio sea funcional, sin descuidar el estilo.
¿Cómo crear una decoración minimalista?
Por un lado tenemos el hecho de reducir al máximo todo lo que tenga que ver con elementos artísticos y superfluos. Con esto, se hace referencia por ejemplos a los cuadros y con aquellos elementos que cuelguen de las paredes. Por otro lado los elementos decorativos que se ubiquen sobre una superficie plana como un mueble deben reducirse a la mínima expresión ya que recargan en exceso en conjunto y no se logra esa sensación de amplitud tan necesaria que buscamos.
El entorno que se construye debe ser útil, aprovechable, con sencillez y precisión en los acabados, destacan los detalles, con una geometría esencial y rectilínea. Se puede decir que el espacio que se quiere decorar debe ser para vivir y no para instalar muebles o elementos decorativos.
Aprender a vivir con lo esencial y eliminar lo superfluo con la decoración minimalista
Una vivienda minimalista cuenta con los elementos imprescindibles, sin renunciar al estilo, para aportar el máximo de practicidad al espacio sin recargarlo. El diseño va ligado a la sencillez, el uso de líneas rectas, colores neutros y su conexión con la naturaleza.
- Para comenzar despeja tus habitaciones, por ejemplo, en un dormitorio minimalista el foco debe estar centrado en la cama y todo lo demás es secundario. Lo ideal sería prescindir de mesillas de noche o, de tenerlas, elegir modelos de mobiliario de hogar ligeros y sencillos que no llamen la atención. En el salón céntrate en lo básico, olvídate de estanterías atiborradas de libros y objetos decorativos que un día fueron importantes pero hoy ya no te aportan nada. Invierte en un buen sofá o butacas, según tus necesidades, una mesa auxiliar y poco más.
- En los interiores minimalistas, la luz también viste los espacios. Apostar por una buena iluminación es clave en todos los sentidos, como nos dicta el sentido común, por otro lado, opta por colores claros en paredes y muebles. En cuanto a la iluminación ambiental elige focos en el techo, tiras led o apliques de pared, capaces de conseguir la atmósfera ideal.
- A la hora de decorar el recibidor, trata de reducir a la mínima expresión los elementos decorativos, ni consolas, ni paragüeros, ni percheros. Inclínate por diseños austeros que sean prácticos y decorativos, como un sencillo estante de pared que te permita dejar las llaves y el móvil cuando llegas a casa. La vida en las casas minimalistas resulta más placentera porque aprendes a desprenderte de todos aquellos objetos que no te hacen feliz. En consecuencia haces un uso eficiente del espacio y eso siempre agrada.
- En una cocina minimalista apuesta por muebles de diseño sencillo, colores neutros y sin tiradores; grifos eco, materiales sostenibles y, si puedes, incorpora un office. En cuanto al menaje, elige lo que verdaderamente necesites, no acumules sartenes y ollas por doquier. La higiene y el orden en el baño es el primer paso para crear un ambiente minimalista. Buena parte de ellos se proyectan en blanco. pero puedes emplear tonos crema, azules y verdes claros que den la misma sensación sin caer en un ambiente aséptico. Muebles volados, lavamanos exentos y griferías empotradas te ayudarán en el proceso. Procura despejar la encimera del lavabo de botes y objetos que solo generan polvo y suciedad.
- En cuanto a la zona de trabajo, lo mejor es mantener un espacio despejado que dará sensación visual de ser más amplio y luminoso. Aplícalo en tu mini despacho o zona de trabajo, o incluso, en el cuarto de tus hijos. Una mesa de mobiliario de despacho dispuesta cerca de la ventana, una silla y unas estanterías en la pared en blanco y madera, serán perfectas para crear el entono ideal. ¡Y además te ayudarán a ser más productiva!